Hace siete días volvió a la mesa el debate famoso sobre la cantera del Madrid. Ay, ¡qué ganas tienen muchos de ver una generación a la altura de los Sanchís, Hierro, Raúl, Guti y compañía!
Traigo malas noticias... De estas futuras nuevas estrellas pocas novedades hay a día de hoy. Criticado hasta la saciedad fue Mourinho por no alinear a un canterano ni frente al Celta ni ante el Dortmund y digo yo: ¡qué fácil es ver los toros desde la barrera! ¿Creen que si hubiera un nuevo Hierro no jugaría? Pues yo afirmo que sí.
Entiendo al madridista o al periodista que envidia al F.C. Barcelona por su facilidad para sacar nuevas remesas de auténticos jugadorazos (Montoya, Cuenca y Tello han sido los últimos en llegar) y este fenómeno no conoce techos. Hasta ocho canteranos llegaron a jugar en Vallecas a la vez el pasado sábado.
¿Por qué? El cuidado hacia la cantera desde hace mucho tiempo tiene su recompensa, saber que la cantera tiene importancia y su máximo horizonte es crear jugadores para el primer equipo es clave.
¿Cuál es la fórmula? Evidentemente unos buenos ojos para recorrer mundo tratando con paciencia de encontrar chavales con futuro pero existe algo más importante: desde infantiles hasta el filial en el conjunto catalán utilizan el mismo esquema de juego y esto implica que uno llega al primer equipo jugando casi de memoria. Además, está claro, que no es fácil juntar una generación tan buena de futbolistas como los Xavi, Iniesta, Piqué, Messi... El hecho es que se ha dado, veremos después que ocurre. Otro dato que no podemos dejar pasar es la estabilidad institucional y deportiva que rodea desde hace varios años en el equipo azulgrana.
En los últimos tiempos que yo recuerde, Mata y si me apuran Soldado, han sido los únicos grandes desperdicios de la fábrica blanca. Expectante me hallo frete a la evolución de Carvajal, con el que el Madrid se guarda una opción de recompra.
Ojalá se den con el paso del tiempo todos los factores necesarios para que el Madrid acabe teniendo el sello made in Valdevebas pero hoy el socio del Madrid exige, y con razón, la décima copa de Europa para destronar definitivamente al Barsa.
Recordemos que para eso vino Mourinho, no para hacer un proyecto futbolístico prolongado sino para acabar con el Barcelona.
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