29 noviembre 2012

Sobre los nuevos cardenales, y los más proclives a ser elegidos Papa


Ha sido el nombramiento de cardenales más peculiar y sobre todo el más universal de los cinco que hasta ahora Benedicto XVI ha convocado y podría decirse que se trata la segunda parte del consistorio del pasado febrero. Más allá de las anécdotas que durante este fin de semana no han faltado en el Vaticano –por el colorido y lo variado de sus protagonistas- con estos nombramientos se entrevé el perfil que Benedicto XVI quiere para sus colaboradores más estrechos y sobre todo, del futuro Papa.


Son seis los nuevos príncipes de la Iglesia que Benedicto XVI nombró el pasado sábado. Una ceremonia marcada por el rojo de las vestimentas de los cardenales, por las particularidades que impusieron cada uno de los ritos y sobre todo por la emoción. Las lágrimas que Luis Antonio Tagle, el nuevo cardenal de Filipinas, derramó mientras el Papa le entregaba el anillo y la birreta, hicieron visible la alegría profunda que sentían durante la ceremonia.
Con la llegada de estos nuevos purpurados toman fuerza ritos que están en comunión con Roma pero poco o nada representados en el colegio cardenalicio, como el siro malankar, con Baselios Cleemis Thottunkal y el maronita con el patriarca Bechara Boutros Raï. Dos grandes personalidades, que cuentan con el respeto y la consideración dentro del colegio cardenalicio.

No hay que dejar pasar el nombramiento del estadounidense Michel Harvey, que era uno de los principales promotores de Paoletto dentro de la llamada 'Familia Pontificia'. Ahora se le aleja del apartamento papal y se le da un 'retiro de honor', bajo el cargo de arcipreste de la basílica de San Pablo Extramuros, una de las cuatro más importantes de Roma y que hasta ahora había gestionado de manera impecable el cardenal Francesco Monterisi. Como la 'jubilación' del obispo regente de la Casa Apostólica, Paolo De Nicolò, que también fue uno de los que recomendó y promocionó al exmayordomo del Papa.
Llega el momento de las especulaciones aunque el dicho de que 'quien entra Papa a un cónclave, sale cardenal' suele cumplirse con creces, que recalca que las listas de papables son inútiles, por la acción del Espíritu Santo que en esto de la Iglesia católica también juega su parte. Sin embargo, con la llegada de nuevos purpurados además de reajustar los números de cardenales electores y en este caso también de las fuerzas entre los continentes y ritos, los consistorios sirven para ver las grandes personalidades del colegio cardenalicio, y por lo tanto los más proclives a ser elegidos Papa.
En este caso, la Curia Romana cuenta con un exponente sin igual, se trata del cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, una de las que más peso tienen dentro del Vaticano. Por su cargo el cardenal Ouellet se reúne varias veces al mes con el Papa, algo que nunca cae en saco roto, ya que de la buena gestión de los obispos depende la vitalidad de la Iglesia en las diócesis y en eso Benedicto XVI ha sido claro y tajante, de ahí que ponga a Ouellet, que es de su entera confianza. Además el cardenal canadiense siempre ha destacado por su alta calidad humana y espiritual, y de su amplia visión del mundo, no sólo por los informes que recibe de todos los obispos del mundo, sino también porque forma parte de la Comisión para América Latina, donde la Iglesia tiene puesta su esperanza. Otros de los nombres que resuenan en las listas de papables de los vaticanistas son los de Angelo Scola, que tras ocupar la diócesis de Venecia pasó a la de Milán el año pasado –dos de las diócesis más importantes de Italia- y que se presenta también como un 'delfin' del papado ratzingeriano, es decir, un hombre de confianza fuera de la curia romana.
Los recientes cardenales Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York o Donald Wuerl, de Washington son también apuestas fuertes como futuros papas, especialmente por el carácter carismático y su vitalidad, características que comparten con el hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, presidente de Caritas Internationalis. Tres grandes exponentes que ponen a América con grandes posibilidades de ser el origen del próximo Papa. Sin embargo, como siempre, el Espíritu Santo hace su parte en esto de elegir Papa y sin duda, las últimas incorporaciones al colegio cardenalicio han puesto de manifiesto que no se puede dar nada por seguro y sobre todo, que la Iglesia es católica, apostólica, romana y sobre todo universal.
http://www.religionconfidencial.com/cronica_de_roma/079366/el-peso-de-los-nuevos-cardenales

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