21 abril 2011

Jóvenes españoles, religiosidad y sectas, por Luis Santamaría


El pasado mes de marzo, el Centro de Investigaciones Sociológicas reveló que durante el primer trimestre del año 2011 aumentó un 2,7% el índice de asistencia a la misa dominical y a otros actos de culto en España (que llega al 43,7%), aunque la estadística es ambigua en sus resultados, porque en el mismo período ha disminuido un 1,1% el número de los españoles que se consideran católicos (el 73,2%). Mirando otros estudios poblacionales, resulta que según el European Values Study de 2008, sólo el 54,4% de los españoles se considera “una persona religiosa”, frente a la media europea de 67,8%. Y si sumamos las personas que dicen estar muy interesadas o algo interesadas en lo espiritual –así, genéricamente– nos sale la mitad de la sociedad española: el 49,8%. Todos estos datos pueden servirnos para hacernos una idea de la “temperatura espiritual” de España según la sociología, y la permeabilidad que pueda haber ante el fenómeno de las sectas y la nueva religiosidad.