Hoy he tenido el placer de entrevistar en nuestra sección de #Comunicación2.0 en a uno de los personajes más “críticos” y a la vez más especializados en lo que respecta a la comunicación online de la Iglesia católica.
Pablo H. Breijo es Licenciado en Periodismo y Máster en Periodismo Digital. Ha trabajado en periódicos españoles como La Razón, el Semanario ALBA o La Gaceta y en la agencia de noticias para televisión Rome Reports, en Italia.
¿Es verdad que eres un crítico empedernido, y que no dejas títere con cabeza?
- Mucha gente se autocritica sola y yo solamente me limito a decírselo. La crítica destructiva es buena porque ayuda a mejorar. Para la constructiva ya tenemos a nuestras madres o amigos, que nos “bailan el agua” con mensajes agradables. Aunque no lo parezca, soy menos destructivo de lo que me gustaría, la educación no me permite saltarme algunas líneas o barreras.
…Esto en un sector tan protecccionista y de halagos como el de la Iglesia, ¿no crees que puedes ser visto como un bicho raro?
- Si ser un bicho raro es ser un inconformista… Soy un bicho raro a muerte. Si tú amas algo -por ejemplo a la Iglesia- no puedes conformarte con todo lo que hace y debes ser crítico con ello. Es cierto que en materia doctrinal confío en el Papa, sin lugar a dudas. Yo suelo criticar formas, gustos o conductas y no por ello soy un hereje. Imaginemos con unos padres que no fuesen críticos con sus hijos y a todo les dijesen que sí.
Hay algunos que te agradecen tus críticas porque dicen que ya hacía falta alguien que diese caña, ya que sino todos pecamos de ombliguismo…
- Realmente me resulta indiferente lo que la gente pueda pensar o decir sobre lo que opino. La opinión es como los traseros -o como las posaderas-, que todos tenemos uno. Yo digo mi opinión más o menos acertada. No se trata de dar caña sin sentido, se trata de tratar como natural y normal algunas cosas. Lo más triste es que algunos piensan lo mismo pero no lo dicen.
¿Qué crees que le falta a la Iglesia para estar al nivel de las grandes marcas en temas como la comunicación o el marketing? ¿En qué crees que la Iglesia no está haciendo bien las cosas?
- A la Iglesia católica le falta tomar en serio la comunicación. Además, los obispos en cada diócesis deben perder el miedo a los medios de comunicación. También los sacerdotes deben delegar y apoyarse en los laicos para poner su parroquia en Internet, pero sin que ello se entienda como una sustitución de la parroquia real. La Iglesia debe estar en la Red como un valor añadido de sacramentos, parroquias y diócesis, nunca como una alternativa.
Qué opinión tienes de las páginas webs de la Iglesia, diócesis, parroquias, grupos pastorales, etc..?
- Salvo concretas excepciones, los sitios web de las diócesis son bastante malos e inútiles. Y sus delegaciones de prensa, ni hablemos. La diócesis debe estar en contacto con los medios de comunicación, tanto para resolver dudas como para convocar a una rueda de prensa. Luego está el aspecto del diseño y la funcionalidad de los sitios web diocesanos. Algunos obispados se gastan dinero en crear un sitio web nuevo y luego se dan cuenta de que no es ni funcional, ni interactivo, ni multimedia, ni hipertextual. No comprenden que la web es la “embajada virtual” de la diócesis en internet, es decir, en el continente digital. ¿Quién tendría confianza en una embajada sucia, con los cristales rotos y a la que se llama y no se responde? Lo mismo se puede extrapolar a las parroquias o grupos pastorales.
¿Como ves el nombramiento que hizo este año el Vaticano del nuevo asesor de comunicación, Greg Burke?
- Desconozco la tarea de Burke hasta ahora. Lo bueno es que es un periodista forjado en el oficio durante años. Por ahora, el Vaticano no comunica mal, aunque, a veces le cueste resolver algunas situaciones de crisis. El problema es que sería necesario un Burke -es decir, un periodista- en cada diócesis del mundo. Da igual que el Vaticano o el Papa lance un mensaje a través de Twitter si luego los obispos rechazan este tipo de herramientas para comunicar.
¿Como católico prefieres estar en redes sociales paralelas donde encuentras a los tuyos, o eres de lo que luchas con tus ideales en las grandes redes sociales como Facebook?
- A mí me aburren las redes sociales que lanzan mensajes amables con lo que uno piensa. Creo que existen tres o cuatro católicas y solamente me registré para ver el diseño el día que fueron lanzadas. Desde entonces no he vuelto a entrar salvo para hacer autobombo de alguna información, enlace o vídeo. Entiendo que haya gente a las que le gusten, son un buen lugar para “recargar pilas” y afianzar su fe. Pero pienso que Facebook o Twitter son plataformas en las que tiene más sentido hablar de Dios. ¿Por qué? Porque es donde hay ausencia de Dios. La misión de un católico es anunciar la Palabra de Dios, presentar a Jesucristo a quienes no han oído hablar de Él. No lo digo yo, lo dice Cristo. ¿A alguien le suena Pentecostés?
¿Por qué crees que la gamification o incluso las apps mobile le pueden sonar a chino a la Iglesia?
Porque la Iglesia, las diócesis y las parroquias no dan importancia a la comunicación. Piensan que basta con hablar desde el púlpito de las iglesias. Benedicto XVI lleva años hablando del continente digital. ¿Nadie hace caso al Papa? ¿A qué esperamos?
En tu blog http://pablohbreijo.wordpress.com/ escribes a diario, pero también gestionas otros blogs y páginas en diferentes redes sociales, si no tengo mal entendido, ¿no es así…?
- Sí. Además del blog personal en el que escribo sobre diversos temas de mayor o menor actualidad, también redacto noticias y opiniones, y cuelgo vídeos sobre música cristiana -tanto católica como protestante- en el blog Fe y Melodía, el cual tiene su página en la red social Facebook y su perfil en la plataforma de microblogging Twitter.
¿Qué es lo que más te sorprende cuando asistes a un evento de Comunicación e Iglesia?
- Me llama la atención lo que yo denomino el “supercristianismo” de algunas personas. Presentan proyectos, iniciativas e ideas que, en mi opinión, corren paralelas al mundo en el que vivimos. También me sorprende la falta de naturalidad y normalidad con la que se comunica el Evangelio. Sobra buena voluntad y falta profesionalidad. Hay que abrirse al mundo.
Si por un momento te concediesen el poder para cambiar algunos aspectos de la Iglesia de hoy en materia de comunicación, qué cambiarías?
- Si, utópicamente, se me concediese tal poder, invitaría a los obispos a que se tomasen en serio la comunicación en la Iglesia. Profesionalizaría las delegaciones de prensa y mandaría a todos los curas a desarrollar su vocación, es decir, a administrar los sacramentos. No tiene sentido que un sacerdote -a no ser que haya estudiado para ello- esté diseñando un sitio web o redactando una hoja parroquial, para eso están los laicos. El problema es que, por lo general, la Iglesia no paga. Está muy bien el “da gratis lo que has recibido gratis” pero creo que el talento y el trabajo hay que pagarlos.
http://comunicaromarketing.wordpress.com/2012/10/29/comunicacion-2-0-sobra-buena-voluntad-y-falta-profesionalidad-en-la-iglesia-hay-que-abrirse-al-mundo/
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