Tendría que haber sido una reunión discreta, que no trascendiera a los medios de comunicación, pero la casualidad y la fortuna pusieron a una periodista de Radio Vaticana en el lugar y en el momento adecuado: en el camino de Bono, líder de U2, durante su visita al cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz.

Bono llevaba el crucifijo de plata que Juan Pablo II le regaló durante su encuentro en 1999 –"Lo llevo siempre conmigo", asegura el cantante-, un regalo que recibió a cambio de sus características gafas de sol con las que el cantante obsequió a Wojtyla.
El inesperado encuentro de la periodista con el líder de U2 ha hecho posible que se conozcan datos que el mismo Bono pidió al cardenal Turkson que se difundieran: "Gracias a la ayuda que la Iglesia católica ha prestado en los diez últimos años, más de 52 millones de niños en el mundo pueden ir al colegio", dijo el cantante. Y es que parece que la ayuda que la Iglesia presta suena mejor si es una estrella del rock la que cuenta.
http://www.religionconfidencial.com/cronica_de_roma/079193/el-lider-de-u2-vuelve-al-vaticano-para-dar-las-gracias
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