EL arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, hizo anoche un llamamiento a los jóvenes cristianos a acoger las bienaventuranzas y "ser capaces de extraer el bien de cualquier situación por mala que sea".
En la vigilia de oración en la que participaron cientos de jóvenes que llenaron la Basílica de la Virgen sentados en el suelo, el prelado lanzó un mensaje de ánimo a los que "habéis terminado vuestra formación y no tenéis posibilidades de ejercer un trabajo, o que ni siquiera podéis terminar vuestros carrera porque la situación en vuestras casas es difícil, o que no os sentís felices por muchas cosas, o que sentís rabia interior y deseos de machacar a alguien para que cambie este mundo".
Ante estas situaciones, el prelado, que basó su catequesis en el pasaje evangélico de lasbienaventuranzas, aseguró que "Jesucristo vuelve a decirnos `dichosos´, porque la dicha no está en la situación concreta de cada uno de nosotros, sino que es Él mismo, cuando le acogemos en nuestra vida, cuando asumimos una manera de vivir en el mundo que es la de Cristo y no otra, cuando nos acercamos a los demás como lo hizo el mismo Jesucristo, no para utilizarlos sino cuando les tratamos como imágenes reales de Dios, que los ha diseñado Dios".
Más adelante, el arzobispo invitó a los jóvenes a "interpretar la vida desde la misericordia de Dios y extraer de cualquier situación en que nos encontramos un bien" y añadió que "somos dichosos si no nos regocijamos en la porquería que pueda existir en la vida y en la historia de los hombres y en la nuestra personal, sino que somos capaces de extraer un bien".
Además, "somos dichosos si trabajamos por la paz pero la paz verdadera, la que nace de lo profundo del corazón, no la que quiere venganzas, ni imponer a nadie nada por la fuerza, ni servirse de los otros". De igual modo, aseguró a los jóvenes que somos dichosos "si el reino de Dios, la justicia de Dios, el perdón de Dios, se hace carne en nosotros y somos capaces de, incluso, a aquel que os hace daño, no de devolverle mal sino de cambiarle el corazón haciendo el bien".
Monseñor Osoro señaló también que "la historia de los hombres, si solo la construimos desde nosotros mismos con nuestros intereses personales o de grupo, desde las dimensiones raquíticas que normalmente tienen nuestro corazón y nuestra vida y no dejamos que entre Dios, irá mal y no tendrá mucho arreglo". Por ello, alentó a los jóvenes a "contar siempre con Dios, con su presencia, con su gracia, para esta nueva manera de comportarnos porque la primera bienaventuranza, que no está dicha, es el mismo que las dijo, Cristo".
Al término de su catequesis, el Arzobispo indicó que "Valencia, España., Europa, el mundo... necesitan hombres y mujeres dispuestos, con audacia y valentía, a proclamar con su vida estas bienaventuranzas, pero dejando que sea Cristo la primera de ellas".
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