El Papa asegura que el reto más urgente de este momento es anunciar el Evangelio al hombre "distraído" de esta época, en un mensaje enviado con una delegación vaticana que ha viajado a Estambul para celebrar la festividad de San Andrés con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.
"Cómo hacer llegar el anuncio del amor misericordioso de Dios al hombre de esta época, tan a menudo distraído, y más o menos, incapaz de una reflexión profunda sobre el sentido mismo de su existencia, preso de proyectos y utopías que no pueden por menos que defraudarlo", se plantea Benedicto XVI en el mensaje.
En esta línea, señala que "la Iglesia no tiene otro mensaje que el 'Evangelio de Dios' y ningún método más que el anuncio apostólico sostenido y garantizado por el testimonio de santidad de la vida de los pastores y del pueblo de Dios".
Asimismo, en el texto, el Papa recuerda que este intercambio anual de delegaciones católicas y ortodoxas "atestigua de forma concreta el lazo de proximidad fraternal que les une en una comunión profunda y real, aunque todavía imperfecta, que no se funda en razones humanas de cortesía o de conveniencia, sino en la fe común en el Señor Jesucristo" y añade que "teniendo ese fundamento, tan sólido, es posible avanzar, juntos y con confianza, por el camino que lleva al restablecimiento de la plena comunión".
En el ámbito del intercambio tradicional de delegaciones en las festividades de los respectivos patronos, los santos apóstoles Pedro y Pablo, el 29 de junio en Roma y San Andrés, el 30 de noviembre en Estambul, el presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch ha encabezado este año la delegación de la Santa Sede que ha viajado a la capital turca.
La delegación de la Santa Sede ha estado formada por el cardenal Koch, el obispo Brian Farrell, monseñor Andrea Palmieri y el nuncio apostólico en Turquía, el arzobispo Antonio Lucibello, y ha participado primero en la Liturgia Divina presidida por el Patriarca de Constantinopla, Bartolomeo I, en la iglesia patriarcal del Fanar y después en un encuentro con el Patriarca y con la comisión sinodal encargada de las relaciones con la Iglesia Católica.
El cardenal Koch ha entregado a Bartolomé I un regalo y el mensaje de Benedicto XVI, que ha sido leído al final de la Liturgia Divina y, posteriormente se ha encontrado con los representantes de la comunidad católica local y con el comité ecuménico del vicariato apostólico de la Iglesia Católica en Estambul.
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