Junto a las enfermedades raras para las que no se encuentra un tratamiento médico, el alzheimer y el cáncer son lo más duro que puede afectar a la salud de cualquier persona. Son sufrimientosque normalmente quedan en el anonimato de quien los padece y su familia. Esto cambia en mayor o menor medida cuando el afectado es un personaje público o famoso.
Ayer el mundo del deporte se llevó un duro golpe al conocer la noticia de queTito Vilanova, el entrenador del Fútbol Club Barcelona, había recaído en su cáncer de la glándula parótida. Estoy seguro de que pronto estará de vuelta en los terrenos de juego. Y sé que Dios está junto a él y junto a su familia.
Gracias al ‘tuitero’, y sin embargo amigo, Álvaro Peñalba he sabido que el periodista Gonzalo Vázquez colgó en su Twitter la fotografía que acompaña a estas letras. Tito Vilanova ayudando a un sacerdote en una celebración religiosa. Parece que se trata de una Eucaristía por la casulla que viste el cura, y que el entrenador de fútbol aguarda para leer el salmo y las lecturas.
Dios no rechaza a los que sufren. En la tercera bienaventuranza, Jesús dice “bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados”. No pone etiquetas a los que sufren. No se refiere solamente a los cristianos, sino a sus hijos, a toda la humanidad. Tito Vilanova llora por dentro. No entiende por qué ha vuelto el maldito cáncer cuando parecía haberse ido para siempre. Tiene esperanza en los médicos, grandes profesionales.
Tito Vilanova y enfermos de todo el mundo: Dios está con vosotros aunque algunos no creáis en Él.
http://pablohbreijo.wordpress.com/2012/12/20/tito-vilanova-monaguillo/
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