Me llamo Fidel Mateos. Uno a lo largo de su vida va teniendo encuentros que le marcan. Es difícil entenderse sin la relación de tus padres, sin la relación con determinados amigos, con nombres y apellidos. Sin la relación con tu novia o al igual que sin la relación con maestros a lo largo de los años. Son precisamente estos encuentros los que marcan la vida y los que de una manera u otra te enriquecen, te hacen crecer, te hacen ser más uno mismo. ¿No hemos tenido todos la experiencia de cambiar cosas concretas de tu vida gracias a la relación con un amigo por ejemplo?
Si soy justo conmigo mismo tengo que reconocer también un encuentro que tuve hace años y del que todavía hoy no he podido renegar. Conocí a una persona que hizo que mi cabeza y mi corazón se relanzasen cien veces más. Que yo pudiera entender más lo que era y lo que quiero de mi vida. No puedo negar que el encuentro que más ha marcado mi vida es con Jesús, el mismo que hace dos mil años estaba en la tierra.
Pero no me he querido conformar con un Jesús lejano, no puedo vivir dejando que Jesucristo sea un Dios al que no puedo sentir, tocar y tener tan concreto como el micrófono que tengo ahora delante. Sí, así de concreto y de palpable es Jesucristo para mí.
Dios ha querido que todo pase por lo humano, desde el momento en que se hizo presente siendo uno como nosotros. Y hoy no sólo es alguien con el que convivo cada día, con el que pongo delante a mi familia, a mis amigos, a mis alumnos. Al que voy cuando estoy contento y le digo ya por la noche antes de acostarme: Gracias. O que cuando estoy realmente con una preocupación puedo mirar y compartir ese sufrimiento. Y llevo ese sacrificio que se me puede presentar cada día no a un vacío inútil sino a una unión en el sacrificio de Cristo. Al verle en la cruz, mucho de lo que hago cada día cobra un sentido.
Si no pudiera ver a Jesús como alguien cercano, palpable, concreto. Si sólo fuera un conjunto de ideas me borraría ahora mismo de llamarme cristiano. Pero como no es así, puedo afirmar aquí y ahora que Jesucristo para mí es Aquel con el que mi yo cobra el verdadero sentido concretándose en la relación con mi familia, mis amigos o mis compañeros de trabajo. Y con ese deseo de seguir conociéndolo más y aprendiendo más de mi gracias a Él puedo vivir cada día.
Intervención en Cope (Nos ponemos en marcha)
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