El Pj Rock ha supuesto un paso más en la pastoral juvenil en España en la que han participado más de mil jóvenes acogidos por una parroquia viva, la de Torrijos (Toledo), con un párroco de espíritu joven y feliz.
Siempre que se empieza una actividad salen las dudas de si merecerá la pena, si será lo acertado, si servirá para evangelizar… y después cuando uno ve a los jóvenes salir tan contentos, agradeciendo el haber ido, diciendo que ha merecido la pena y que están ya esperando el Pj Rock 2011… pero ¿una alegría pasajera? Cuando me destacan sobre todo el momento de oración delante del Santísimo en la Colegiata con las canciones de la hermana Glenda, o la forma en que el voluntariado de Toledo ha estado sabiendo que esa alegría y disponibilidad viene de Otro. O la alegría de los artistas formando entre todos un variado mosaico en el que ves que todos quieren hacer de su música instrumento de Dios.
Quiero dar las gracias a Raúl Tinajero, director del Secretariado de juventud de Toledo, por llevar esta locura a su realización y a don Braulio Rodríguez por apoyarla tan claramente. Siguiendo la línea del Proyecto Marco de Pastoral Juvenil de la CEE se ha dado una lección de pastoral evangelizadora, misionera y catecumenal. De laicado comprometido y corresponsable. De mostar una juventud sana, alegre, normal, que está en el mundo pero con una alegría muy diferente a la del mundo. El ambiente que allí se creó fue realmente especial, no porque se quede allí, sino porque uno vuelve a su casa y a su trabajo sabiendo que ya no te puedes levantar igual ni dejar de mirar a Dios para agradecerle el haber participado y el poder mirar de nuevo a Dios con una actividad así.
Os animo a preguntar a cualquiera de los que han participado. Ahora por Tuenti muchos jóvenes están dejando sus testimonios, espero que pronto desde la página web del Pj Rock puedan recogerse todos para que nos enriquezcamos todos.
Pongo la foto de Jesús Cabello, del arco iris que salió después de la tromba de agua que nos regaló el Señor, creo que es el mejor signo de lo que allí sucedió
Fidel Mateos Rodríguez
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