Durante su alocución el Papa se ha centrado en la Parábola del Buen Samaritano que se lee en las Misas de este domingo. Francisco ha descrito a aquel hombre que iba de Jerusalén a Jericó y que fue abordado por aquellos bandidos que le ajustaron las cuentas y le dejaron medio muerto. El Papa describe al levita y al sacerdote de la Antigua Alianza, como los encargados dle culto en el Templo, pero que no hacen sinoi pasar. Esto contrasta con el samaritano, que, al verlo, s emueve a compasión y le atiende. El Papa destaca que el Señor quiere hacer hincapié en el samaritano porque pertenecia a un pueblo mal visto por el judío.
Este Pasaje le ha servido a Francisco para recordar a San Camilo de Lelis, cuya memoria celebramos hoy, y que fundó los Hermanos de los Ministros de los Enfermos, y que es Patrón del personal médico y sanitario. El papa le ha presentado ante los fieles y peregrinos como un ejemplo de "Buen Samaritano".
Antes de rezar el Ángelus, confió a la Virgen Aparecida, Patrona de Brasil, los frutos de la próxima JMJ, que se celebrará en Río de Janeiro del 23 al 28 de julio. Por último, ha tenido palabras de recuerdo para los fieles ucranianos que han tenido en la Catedral de Lutsk una Misa en sufragio por las víctimass de la masacre ocurrida hace 70 años en Volhynia.
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