25 abril 2013

¿Qué esparcimos en Somosaguas? Manifiesto de la A.C. Atlántida ante lo ocurrido en la Complutense


La facultad de Políticas y Sociología de la UCM ha asistido en los últimos meses a un aumento progresivo de la violencia, justificado por la lucha “contra un sistema” – dicen – cada día más injusto. Estos son los hechos:

 ●Huelga estudiantil el pasado 14 de marzo. Se levantan barricadas con contenedores quemados, vallas y trozos de vidrio en todas las entradas del campus de Somosaguas. Cualquier estudiante o profesor que se arriesga – en su libre derecho – a saltar una barricada y entrar en la facultad, es amenazado e insultado por sus compañeros.

 ●Huelga de limpieza el 15 de abril. Algunos alumnos empiezan a desparramar basura, restos orgánicos y líquidos por los pasillos de la facultad. Se ensucian los baños hasta hacer imposible su utilización. Estos acontecimientos se suceden durante una semana, del 15 al 19. La basura se acumula haciendo de la facultad un auténtico vertedero. A pesar de todo, ni profesores ni alumnos dejan de ir a clase.

 ●22 de abril. La huelga de limpieza continúa. Un grupo de estudiantes entra en una clase a anunciar la continuación del paro. El profesor, que imparte materias de Relaciones Internacionales rechaza que le interrumpan la clase. La respuesta de los estudiantes: una violenta agresión.


             ¿Qué es lo que está sucediendo en Políticas? Ante la complicada situación de crisis que vivimos muchos de nosotros, ¿acaso esta violencia se hace justificable? ¿Cuál será la esperanza de la Universidad si solo llevamos a cabo esta forma de construir? ¿Acaso el cambio de sistema resolverá el sufrimiento?, ¿o la vida misma?

             Hace unos días, en plena semana de huelga de la limpieza, una chica salió de clase. Necesitaba ir al baño, pero lo que había visto el día anterior se lo impedía. De repente vio a una señora de la limpieza con su carrito azul y un cartelito que decía “servicios mínimos”. La señora la miró y enseguida supo en qué pensaba. Le dijo: “¿quieres que limpie el baño para que puedas pasar?”. La chica, conmovida, no sabía cómo darle las gracias. ¿Por qué? ¿Por qué este gesto de gratuidad? Este gesto es lo que cambia la historia, la fuente de cualquier revolución. Un interés tal hacia el otro, hacia la persona que tienes delante, que te hace dar la vida. Esa es la esperanza de la Universidad.

             Hemos sido testigos de dos gestos revolucionarios: una agresión y un acto de pura gratuidad. ¿Cuál es nuestra contribución para construir la Universidad? Afirmar el valor del otro y el bien común por encima de cualquier interés partidista.

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