08 julio 2013

Siete puntos que hacen grande a Juan Pablo II


Volveremos a ver el rostro sonriente de Juan Pablo II en la fachada de la San Pedro. Se convertirá oficialmente en un ejemplo para todos los católicos. Vivió una tan intensa que es fácil que se le escapen los motivos por los que ha llegado tan rápido a los altares. Para ayudarle a conocerlos, le damos algunos ejemplos.   


Humanidad. Karol Wojtyla hacía con pasión todo lo que llevaba entre manos. Amaba la poesía y el teatro. Incluso fue actor y escribió una obra antes de ser sacerdote. 

Además, fueron decisivos sus años en una cantera y en la fábrica química Solvay.

Juan Pablo II“Esta experiencia de obrero y a la vez seminarista clandestino me ha acompañado toda la vida. En la fábrica, para hacer mi turno de ocho horas, de día o de noche, llevaba conmigo algunos libros. Mis colegas obreros se extrañaron un poco, pero no se escandalizaron”.

Era el Papa de la puerta de al lado. Un Papa que lloraba de risa, que no tenía miedo a abrazar a las personas. 


No tenía miedo. Era un hombre de fe profunda, que confiaba absolutamente en Dios. Se preparó para el sacerdocio en el seminario clandestino fundado por el cardenal de Cracovia. Fue ordenado sacerdote a escondidas, pero siempre invitó a no tener miedo a las dificultades.

“Non abbiate paura...”.
No tuvo miedo a los problemas de salud y nunca los escondió. E incluso, bromeaba con ellos. 

“Un Papa caduto ma non decaduto...”.
A lo largo de su pontificado, apeló a la conciencia y no al odio para afrontar el materialismo soviético. Apostó por el entendimiento como camino a la democracia. 


Salió al encuentro. Es el líder mundial más visto de la Historia. Ha visitado 129 países en 146 viajes fuera de Italia, el equivalente a tres veces la distancia entre la Tierra y la Luna. 

Durante estas visitas se reunió con todo tipo de personas. 

“Los mineros queremos que se ponga este casco, que sea un trabajador minero más de Catavi. ¡Creemos en Dios, Padre santo!”
Su primer viaje fue a México, un país del que se enamoró perdidamente. 

Su último viaje fue en agosto de 2004, al santuario de Lourdes, en Francia, icono de los enfermos. Falleció ocho meses después. 


Pidió perdón. En el Jubileo del Año 2000 pidió perdón por las culpas de la Iglesia católica. 

En concreto, por las cruzadas y la inquisición, por la división entre las Iglesias, por la persecución de los judíos, por el machismo y el racismo y por las injusticias sociales. 

También perdonó personalmente a Alí Agca, el terrorista que intentó asesinarle en San Pedro el 13 de mayo de 1981. 


Santos asequibles.Trabajó para proponer santos cercanos a la gente. Por eso, en sus 26 años de pontificado beatificó a 1.340 personas y canonizó a 483 santos, más que la cifra sumada de sus predecesores. 

Elevó a los altares a madres de familia como Gianna Beretta Mola, indígenas como Juan Diego o Kateri Tekawitha, al carismático Padre Pío, a la Madre Teresa de Calcuta o al Papa Juan XXIII.


Jóvenes.Su espíritu auténtico desataba un enorme entusiasmo entre los jóvenes. 

Les propuso pasar unos días juntos cada dos o tres años. Son las Jornadas Mundiales de la Juventud. La primera fuera de Roma fue en Buenos Aires (Argentina), en 1987. 

Eran encuentros que regalaron algunas de las imágenes más bellas de su pontificado. 


Diálogo con religiones.Juan Pablo II tendió puentes con todas las personas. También con quienes no pensaban como él. 

Fue el primer Papa que visitó una sinagoga, y llamó a los judíos “nuestros hermanos mayores”.

Juan Pablo II“Siete i nostri fratelli prediletti e in un certo modo si potrebbe dire i nostri fratelli maggiori”. 
Además, visitó una mezquita, la de los Omeyas, en Siria, que custodia la tumba de San Juan Bautista. 

También mejoró las relaciones con los cristianos ortodoxos, anglicanos y protestantes. Y convocó a los líderes de todas las religiones a rezar juntos por la paz en Asís, la ciudad de San Francisco. 

Juan Pablo II pasará la Historia por muchos motivos. Tantos que muchos ya lo llaman Juan Pablo II el Grande. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario