09 julio 2013

Papa Francisco, candidato al Nobel de la Paz

El papa Francisco recibió este viernes en el Vaticano a un grupo de familiares de víctimas del atentado a la mutual judía de Buenos Aires AMIA, que propondrán al pontífice para el premio Nobel de la Paz, anunciaron en rueda de prensa.
El grupo de nueve familiares dijo haberse sentido muy emocionado y comprendido en esta charla con el papa argentino que los recibió con mucho afecto en la residencia de Santa Marta donde vive.
El encuentro duró una hora y media, precisaron.
"Judíos y católicos necesitamos respeto", dijo Sergio Burstein, un miembro del grupo. "Nuestra tarea en busca de la justicia y la verdad está basada en cuatro pilares:respeto, diálogo, justicia basada en la verdad y paz", agregó.

Cuando el papa escuchó esto, contaron, les dijo: "En este camino los voy a acompañar".
Cuando era cardenal en Buenos Aires, Jorge Bergoglio estuvo presente en varias de las ceremonias que cada 19 de julio, día del atentado hace 19 años contra la Asociación Mutual Israelita Argentina, hacen los familiares, recordaron.
Al escuchar la propuesta del grupo para el premio Nobel de la Paz en tanto que el papa argentino es un gran promotor del diálogo interreligioso, Francisco dijo que nunca acepta títulos honoris causa ni otras distinciones, pero que tratándose de familiares de víctimas del atentado de la AMIA, no podía oponerse.
Varias de las mujeres que asistieron, todas madres de jóvenes que murieron en el atentado, se mostraron conmovidas por el hecho de que el pontífice de una religión que no era la de ellas, los hubiera recibido tan cálidamente, cuando han sido abandonados, dijeron, por su propia comunidad.
Una de ellas, Rosa de Barreiros, la única no judía que perdió a su hijo Sebastián de cinco años, le regaló al papa el guardapolvo de su pequeño que guardaba como un tesoro."Esto es una caricia en el alma", dijo el papa Bergoglio, al recibir el recuerdo, en lo que constituyó el momento más emotivo de la reunión.
También participaron de la audiencia privada la ex jueza y ex defensora del pueblo de la ciudad, Alicia Oliveira, y el ex funcionario de Cancillería, Eduardo Valdes -ambos de estrecha relación con Bergoglio-, quienes fueron los gestores de la reunión.
"Para este nuevo aniversario, pensamos en una acción que trascendiera y que pudiera universalizar el pedido de justicia en el marco del diálogo y en la búsqueda de la paz, y lo logramos", dice Burstein satisfecho.
Agregó que "encontramos aquí lo que no encontramos en gran parte de la comunidad judía que nos da la espalda en nuestro propio país" y destacó que el diálogo con el pontífice se basó en "el respeto, el diálogo, la justicia para vivir todos en paz, y basada en la verdad".
Por último, Burstein dijo que el papa "entendió nuestra necesidad y la hizo propia" y agregó: "nos abrazó, nos dió una caricia en el alma y nos dijo que nuestra lucha es su lucha".

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