09 julio 2013

ONU: Sin familia no hay desarrollo

El año 2014 marca el final del periodo para el que se establecieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Naciones Unidas. Aunque se ha avanzado en todos ellos, estamos lejos de alcanzar los resultados previstos, entre otras cosas porque han surgido dos obstáculos que no se habían previsto.
El primer problema es el envejecimiento de la población, causado sobre todo por el descenso de la natalidad, que se ha ido extendiendo deEuropa a otros continentes. Sus efectos no son inmediatos, pero ya tenemos claro que serán muy difíciles de afrontar. Un ejemplo de esto es el aumento de las necesidades de dependencia. Ahora que por primera vez la población española mayor de 65 ha superado a la de los menores de 16, debemos considerar que eso supone a medio plazo no sólo la inviabilidad económica de las pensiones, sino también la falta de personas que puedan atender a los dependientes, algo que tradicionalmente ha hecho la familia. Sin familia, es mucho más difícil —y, sobre todo, muchísimo más caro— atender esas necesidades.

El segundo problema es más inmediato y complica un poco más la situación: la crisis económica actual está afectando sobre todo a los jóvenes, con el riesgo que supone una generación «perdida» —o «ausente» en el caso de los que emigran— no sólo para el mercado laboral, sino también para tener los hijos que desean.

Reconocimiento internacional

La reunión anual del Consejo Económico y Social de la ONU trata esta semana en Ginebra de buscar soluciones a estos problemas y puede aportar muchos elementos que ayuden a afrontarlos con mayor eficacia. Concretamente, el reconocimiento del papel social de la familiay la importancia de que los Estados establezcan políticas que le ayuden a cumplirlo es uno de esos elementos, como el Consejo ha señalado con ocasión del aniversario del Año Internacional de la Familia, que se cumple también el año que viene.
Sin familia no hay desarrollo posible. Potenciar la familia ayuda de hecho tanto a que se puedan cubrir las necesidades de dependencia en el futuro como a que se pueda ayudar a que los jóvenes afronten la crisis con esperanza de futuro. Por eso, tanto la UE como la OCDE insisten cada vez más en que lo que se gasta en políticas familiares es una verdadera inversión y un ahorro seguro a medio y largo plazo.
http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20130707/abci-familia-desarrollo-201307041302.html

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