18 junio 2013

Educación y evangelización en el Año de la Fe, por Miguel Sánchez Marugán

Desde el pasado mes de octubre el Papa Benedicto XVI nos ha convocado a toda la Iglesia para celebrar el Año de la Fe y en su Carta Apostólica “Porta Fidei” en su nº 2 nos dice: “Desde el comienzo de mi ministerio como Sucesor de Pedro, he recordado la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo”. Esta exigencia creo que es hoy día vital en nuestra Iglesia y especialmente en el ámbito educativo, sobre todo en la escuela católica y en la presencia significativa de los profesores de religión en los centros de titularidad pública. El Papa Juan Pablo II nos lo decía en su Exhortación Apostólica “Ecclesia in Europa” (nº 23, ss.): “El anuncio de Jesucristo tiene que llegar también a la cultura europea contemporánea. La evangelización de la cultura debe mostrar hoy, en esta Europa, que es posible vivir en plenitud el Evangelio como itinerario que da sentido a la existencia. 


Para ello, la pastoral ha de asumir la tarea de imprimir una mentalidad cristiana a la vida ordinaria: en la familia, la escuela, la comunicación social; en el mundo de la cultura, del trabajo y de la economía, de la política, del tiempo libre, de la salud y la enfermedad…”. En este mismo documento (nº 58 y 59), Juan Pablo II en relación con la nueva evangelización de las escuelas católicas, alude a la necesidad de “…asumir la tarea de imprimir una mentalidad cristiana” también en la escuela, subrayando, que las escuelas católicas “son a veces el único medio para proponer la tradición cristiana a los que se encuentran alejados de ella” constatando que ésta es la realidad en la inmensa mayoría de los alumnos y sus familias.

Por tanto estamos ante un reto y una oportunidad en nuestras escuelas católicas para que toda la tarea educativo-pastoral que llevamos a cabo, sea un intento de nueva evangelización y para ello debemos mirarnos a nosotros mismos y hacer autocrítica de todo aquello que no nos acerca a la Buena Noticia de Jesús de Nazaret. Mayoritariamente los niños y jóvenes ya no están en nuestras parroquias, asociaciones o grupos, pero sí que pasan por nuestras escuelas; es necesario, pues, que hagamos un esfuerzo por acercar el rostro de Cristo a la escuela y esto pasa por nuestro testimonio como educadores, como profesores religiosos/as y laicos, no sólo implicados en la tarea educativa y pastoral del colegio, sino comprometidos a fondo para que todo lo que hagamos sean acciones que dejan una huella cristiana. En esta línea tenemos que caminar desde la práctica en una mayor comunión entre todas las órdenes religiosas que tienen una presencia educativa en nuestra diócesis, hay que sumar esfuerzos y no querer mantener cada uno su “chiringuito”, es cierto que hay muchas dificultades, pero hay que testimoniar en la vida quién nos une y el sentido último que tienen nuestros colegios e instituciones. Es necesario que intensifiquemos nuestra presencia en las acciones pastorales diocesanas y que nos ayudemos unos a otros en iniciativas que sumen esfuerzos y multipliquen resultados, desde el respeto a los distintos carismas y sensibilidades, tenemos que unirnos más a Aquel que nos une por encima de todo.

Quiero hacer mías algunas de las reflexiones y propuestas que Francesc Riu Rovira hace en su libro “Nueva Evangelización en la escuela católica” y que nos pueden servir a todos en este momento:

➢ La evangelización es la razón de ser de la Iglesia, y ésta dejaría de tener sentido si lo olvidara o no le diera la importancia que merece, poniendo delante otros intereses que siempre deberán tener carácter secundario.

➢ Las escuelas católicas deben aprovechar al máximo sus posibilidades de participación activa en el proceso de evangelización, de acuerdo con su carácter propio y en el respeto al ámbito de actuación de las demás instituciones de la Iglesia.

➢ Ahora todas las escuelas católicas tienen la oportunidad de revisar la acción pastoral que realizan con el fin de adecuarla a las exigencias de nueva evangelización.

➢ Los contextos en los que se va a realizar la nueva evangelización son muy diversos y cambiantes, y el mismo mensaje del Evangelio deberá ser transmitido a destinatarios distintos con métodos y lenguajes adecuados a cada situación.

➢ Cada escuela católica deberá descubrir en qué aspectos de su ser y de su hacer ella misma deber ser objeto de evangelización, para que su acción educativa y evangelizadora sea expresión de su vivencia de la fe cristiana.

Estamos en un momento apasionante que tenemos que afrontar con mucha esperanza. Que este tiempo sea un momento especial de conversión, teniendo siempre presentes a los destinatarios de toda nuestra acción educativa-pastoral, los niños y jóvenes que están en nuestros colegios.

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