Benedicto XVI llamó el domingo a los católicos a proteger a la población más desfavorecida, especialmente castigada por la actual crisis, en una visita pastoral a Arezzo, en Toscana (centro de Italia).
"Ser solidarios con los pobres, es reconocer el proyecto de Dios, quien hizo de todos una familia única", declaró el Papa durante su homilía, en la que recordó que "la situación actual golpea en particular a las franjas más débiles (de la población) y preocupa mucho a los jóvenes".
"La atención a los otros, desde hace siglos, ha llevado a la Iglesia a ser solidaria con los necesitados compartiendo los recursos ypromoviendo estilos de vida más esenciales y luchando contra la cultura de lo efímero, que ha engañado a muchas personas, provocando una profunda crisis espiritual", explicó.
A su llegada a Arezzo, Benedicto XVI fue acogido por el jefe del gobierno, Mario Monti. Tras su visita a Arezzo, tiene previsto desplazarse durante la tarde al santuario de La Verna, donde residen varias comunidades religiosas.
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